sábado, 17 de enero de 2009

Entrevista a Vinton Cerf

Vinton Cerf se licenció en Matemáticas y Ciencias de la Computación en la universidad de Stanford en 1965. A principios de los años 70, un problema para el sistema de defensa norteamericano era que las diferentes redes de sus secciones eran de diferente tipo y sistemas operativos y eran necesario que se interconectasen y se entendiesen, creando así una "red de redes" .

Promovió el desarrollo, basandose en la conmutación de paquetes y en los protocolos TCP/IP, de un conjunto de pequeños ordenadores que se denominaron ARPANET y que formarían el "embrión" de la red de redes. Vinton Cerf es considerado como el "padre" de Internet.




En la entrevista concedida a El País, cuya transcripción completa puedes consultar aquí, Vinton Cerf comienza por confesarnos que el inicio de internet tuvo una intencionalidad de que la red estuviese al alcance de todo el mundo, de modo que cualquiera pudiera conectarse a ella, pues ese era uno de los requerimientos del Departamento de Defensa, para el cual se estaba creando.

Este carácter democrático queda totalmente patente en cada aspecto relativo a la red. Al ser preguntado sobre la cantidad de direcciones IP y su futuro agotamiento, él enfatiza en la apertura a otras grafías como modo de evitar esta dificultad.



Con respecto a la homogeneidad, apunta que no es debido a un monopolio, sino a que la actividad de los internautas angloparlantes es superior a la del resto.

En sus aseveraciones sobre la forma de controlar esta tecnología, podríamos usar el simil varias veces nombrado de es imposible poner puertas al campo. En este sentido y enlazando con la declaración de derechos en el ciberespacio, encontramos la imposibilidad de un control extraterritorial, por lo cual es deseable el consenso mediante acuerdos internacionales.

En mi opinión, en casi todos los aspectos sociales la legislación va por detrás de los tiempos, en el sentido de que son los delitos o las nuevas relaciones las que generan la necesidad de jurisprudencia. Esto es particularmente obvio en lo relativo a internet. Los "nuevos delitos informáticos" como el phising, están motivando nuevas líneas de actuación como se nos cuenta en el artículo respecto a la privacidad y a la proteccion de datos; en un futuro se tiene pensado el uso de las firmas digitales. Así, si un usuario visita una página web, recibirá una firma digital que le garantizara que la información sobre ese sitio no ha sido manipulada ni alterada.

Es también interesante la distinción clara que nos aporta el artículo referente a la naturaleza democratica de internet. Si bien internet favorece la democracia, en si misma no es una democracia ya que, entre otras cosas, no hay un reparto igualitario del poder.

No obstante, la influencia de internet en la democratización es un hecho irrefutable. Internet influye en la democracia como nunca antes lo habia hecho ningún medio de comunicación. Las sociedades red están en constante contacto, interacción e intercambio, y forman poderosos grupos cuyas influecias de caracter economico y politico favorecen la democracia y las transformaciones en todos los ambitos de la sociedad.

Las nuevas relaciones que se establecen en la sociedad red, así como el manejo de la información que la caracteriza, está modificando las relaciones de poder y contrapoder en nuestra sociedad posibilitando en cierta medida una mayor democratización y cambios de tipo político.

Más entrevistas con Vinton Cerf

Usos sociales de las TIC

En el artículo de Carl Mitcham se aporta la necesidad de una tecnoética fruto del desarrollo de la tecnología en el siglo XX.

La idea que se tenía de ética con respecto a la tecnología ha ido modificándose según esta ha ido evolucionando, concediéndosele una mayor importancia y relevancia que la que tenía a principios de siglo.

Citando al autor lo que justifica la ética de la tecnología es la conquista de la naturaleza y la promoción de la humanización como búsqueda de la libertad.

El hecho de que las nuevas aportaciones tecnológicas fuesen usadas correctamente, para hacer el bien, ha implicado la evolución de la ética de la tecnología.

Sin embargo, determinados hechos ocurridos fundamentalmente durante la segunda guerra mundial, cuestionaron fuertemente el uso de los nuevos avances tecnológicos por sus nefastas consecuencias para la Humanidad. Quizá el momento clave sea el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagashaki.

No fue el único suceso, pues tras la Segunda Guerra Mundial se conocieron experimentos médicos, justificados bajo la necesidad de conocimiento o la de la defensa nacional, cuya inmoralidad es manifiesta. Estos experimentos son achacables no sólo a los nazis, sino que también se produjeron entre los supuestos defensores de la democracia.

Los ensayos con armas químicas, bacteriológicas, nucleares, investigaciones con grupos étnicos reducidos, torturas...etc fueron los desencadenantes de que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX surguieran una serie de discusiones éticas, lideradas por tecnocientíficos preocupados por concienciar sobre los nuevos poderes tecnológicos. Surgen así la ética sobre el uso de la tecnología nuclear, ética sobre la inteligencia artificial, ética medioambiental, biomédica, ética relacionada con la ingeniería genética o clonación, ética de las TIC.

Como resultado visible de todas estas preocupaciones podemos encontrar como característica común en los tecnólogos de hoy día, una concienciación y esfuerzo por definir códigos éticos suficientes para orientar acerca de los dilemas éticos presentes.

Y aunque no sea la panacea, puesto que los errores pueden repetirse, (véase Chernobyl, la reiterada contaminación del Danubio , Bhopal, ...etc) los profesionales de la ingeniería vieron la necesidad de hacer cumplir sus nuevos códigos, recriminar la mala práxis mediante instituciones adecuadas.

En el aspecto médico, la controversia sobre clonación, elección de genes para la reproducción, (en India existe un gran problema con la selección de sexo, pues la mayoría de las parejas prefiere un varón), experimentación animal, así como determinados fracasos en la investigación biómedica, han conducido a la legislación de estos temas tan controvertidos. Ni que decir tiene que las regulaciones no satisfarán por igual a todos los colectivos implicados, pero que servirá como punto de reflexión y partida.

En definitiva echando la vista atrás cualquier parecido entre la complejidad de nuestros días con los comienzos es pura coincidencia, cuando Marx hablaba de tecnología deshumanizante. La alienación para este autor se definía limitadamente en términos de la pérdida de control de los medios de producción y los procesos por parte de los trabajadores.

Podemos por tanto hablar de nuestro siglo como el de una nueva idea de relación entre tecnología y ética, dotando a la dimensión ética de una mayor importancia que la concedida en siglos anteriores.

Ya no entendemos como en el siglo anterior la tecnología como algo bueno en cualquier circunstancia, y bajo la perspectiva de la potencialidad exponencial de la tecnología, hoy en día se tienen en cuenta las amenazas asociadas a la misma, realizándose profundas reflexiones éticas en distintas áreas; quizá en las que esta receptivilidad sea más patente sean los estudios científicos y tecnológicos.

viernes, 16 de enero de 2009

Derechos humanos en el ciberespacio

Al leer el borrador sobre los derechos humanos en el ciberespacio, originalmente desarrollado por Robert B. Gelman, me ha invadido una sensación extraña. Por un lado me parece un tema importante en el sentido de las implicaciones jurídicas asociadas al uso de las nuevas tecnologías. Por otro lado, me invade la sensación de estar ante un documento cuya mezcolanza entre derechos produce en el lector una sensación de estar ante algo que puede quedarse en agua de borrajas. Me explico:
  • El primer punto importante del documento es la base de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el diez de diciembre de 1948.

  • Es indiscutible la relevancia de esta declaración, así como los principios que en ella quedan recogidos. De este modo no se puede negar que la aplicación de alguno de los artículos sea válida para el ciberespacio. Es más su aplicación sería válida en cualquier aspecto de nueva regulación:

    • Las ideas y las expresiones de todos los seres humanos merecen la misma oportunidad de ser expresada, considerada, y compartida con los demás, a discreción del emisor y el receptor, directa o indirectamente.
    • Toda persona tiene derecho a todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción de ningún tipo, tales como la raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas u otras, origen nacional o social, la economía, el nacimiento u otra condición.
    • Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a una audiencia justa y abierta por un tribunal independiente e imparcial, en la determinación de los derechos y obligaciones y de cualquier acusación de carácter penal en su contra.
    • Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión, este derecho incluye la libertad de cambiar las creencias y la libertad, ya sea individualmente o en comunidad en línea, a manifestar las creencias o la religión en la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Nadie debe ser objeto de acoso o persecución por la expresión de sus opiniones.
  • Asociados a estos derechos indiscutibles encontramos una serie de ellos específicos del ciberespacio, cuya altura moral difiere mucho de los citados anteriormente, aunque sin duda absolutamente razonables. Aplicando en cierta manera las reglas de Terry Friedman de que lo que no es aceptable en el mundo físico tampoco lo es en el virtual.Como ejemplo:
    • Toda persona tiene el derecho a la intimidad, el anonimato, y la seguridad en las transacciones en línea.
    • Nadie debe ser sometido a vigilancia arbitraria de cualquiera de los contenidos o de la asociación en línea.
    • Toda persona tiene derecho a un nivel básico de acceso a la información a través de las instituciones públicas y proveedores de servicios.
    • Las leyes existentes, como los de protección de los menores y los consumidores se aplican al ciberespacio, así como el mundo físico, sin embargo el procesamiento puede depender de acuerdos entre jurisdicciones geográficas. Tales acuerdos deben respetar los derechos fundamentales de la persona, con independencia del sistema jurídico en que viven.
  • Y por último podemos encontrar algunos derechos que más que derechos bien parecieran declaraciones comerciales de no monopolio. Entre ellos podemos citar:
    • Sin acuerdo previo, nadie debe ser sometido a la masa de correo electrónico no solicitados, la obstrucción de servidor de archivos adjuntos, o applets invasoras.
    • Toda persona tiene derecho a elegir el proveedor de servicios que prefiera, y para cambiar de proveedor si lo consideran conveniente. Todos aquellos que no pueden pagar por el servicio tienen derecho a elegir servicios públicos y gratuitos, independientemente de su localidad.
    • Nadie debe ser privado arbitrariamente de su acceso o cuenta de correo electrónico, ni estar sometido a condiciones irrazonables o cambios en el servicio.
En definitiva, el documento, tanto en cuanto resulta un borrador, es interesante, aunque en mi opinión deba ser revisado según la intención última que se desee para dicho documento.

En este sentido, el documento puede quedarse en agua de borrajas, ya que si se intenta del mismo que tenga una profundidad jurídica, chocará inevitablemente con legislaciones contradictorias, y si esto se evita, entonces quedará diluido, inespecífico y ambiguo.

miércoles, 14 de enero de 2009

Control de los medios audiovisuales

Un Consejo Audiovisual es un organismo independiente que regula las actividades de los medios audiovisuales. Su fin primordial es velar por el legítimo ejercicio de la libertad de expresión, la pluralidad y derecho a la información, el respeto a la dignidad e igualdad en el marco de la legalidad vigente.

Estos organismos no son exclusivos de España, sino que también existen en Europa e Iberoamérica. En el caso español, existen consejos audiovisuales en Cataluña, Andalucía y Navarra. Sin duda se echa en falta un consejo a nivel nacional.

A la hora de identificar las características de los consejos audiovisuales he elegido el consejo audiovisual de Navarra, por razones principalmente idiomáticas. El catalán puede llegar a entenderse, pero sin duda puede llevar a malinterpretaciones.

El CoAN (Consejo Audiovisual de Navarra) es según propugna en su página web un organismo abierto a todos los estamentos implicados, desde administraciones, entidades, empresas y ciudadanos. Su "jurisprudencia" se reduce a aquellos medios cuya difusión no sobrepasa los límites de la Comunidad Foral de Navarra.

Es un órgano independiente que trabaja para que se respeten los derechos y libertades de los ciudadanos en materia audiovisual, regula y apoya el desarrollo de la industria audiovisual de Navarra, y, vela por el cumplimiento de la normativa audiovisual en Navarra observando la adecuada relación de la Administración con los medios de comunicación audiovisuales. Establece una guía del usuario de medios audiovisuales.

También disponible en su página web está la Guía del usuario de medios audiovisuales, estructurada en cinco apartados:
  • Consideraciones previas.
  • Derechos de los usuarios de los medios audiovisuales.
  • Cómo ejercer estos derechos.
  • Quién defiende estos derechos.
  • El proceso de una reclamación.
En una lectura detallada podemos encontrar derechos básicos, los que específicamente afectan a los usuarios respecto a emisiones de medios, referentes a conflictos que puedan surgir con los contenidos emitidos.

La normativa distingue entre dos tipos de contenidos diferenciados; programación y publicidad. También detalla los dos niveles de protección que tienen los usuarios:

  • La regulación: normativa aprobada por los poderes públicos y es de obligado cumplimiento para todos los operadores audiovisuales. Los poderes públicos los que controlan su cumplimiento y tienen la capacidad de sancionar . Puede hacerlo el propio Gobierno u organismos independientes creados al efecto como son los Consejos Audiovisuales.
  • Las autorregulación: compromisos éticos y deontológicos que las propias empresas audiovisuales y los profesionales de los medios asumen libremente, siguiendo un principio de autorresponsabilidad. Aquí caben todas aquellas reclamaciones ciudadanas que no encuentren cobijo en la regulación a modo de sugerencias y recomendaciones a los medios.

martes, 13 de enero de 2009

Cuando la tecnología es una carrera de obstáculos



Francisco Manetto en su artículo Cuando la tecnología es una carrera de obstáculos nos cita alguno de los que él denomina "CIBER-BACHES". Entre ellos cita:

  • El lenguaje: es cierto que la proliferación de los neologismos, anglicismos, contracciones y palabras inventadas o adaptadas es propio de las innovaciones tecnológicas, pero también es fruto de la poca imaginación e invasión idiomática. Como ejemplo basta citar el término "puenting" como cumbre de la idiotez.
  • Cables y periféricos. Cada aparato que utilizamos cuenta con sus propios cables y puertos USB, así como cargadores, y éstos no suelen ser compatibles entre sí. Cada fabricante utiliza un modelo distinto, llegándose a pensar que a veces no se puede lanzar al mercado un nuevo aparato si no está dotado de parafernalia diferente a los que ya existen en el mercado. Como ya apuntaba anteriormente es cierto que esto sucede, pero tampoco es nuevo ni esclusivo de las nuevas tecnologías. Existen paises donde la electricidad tiene distinto voltaje y por supuesto distintos enchufes.
  • Aplicaciones. La gran mayoría de los usuarios informáticos desconocemos algunos de los botones de nuestos teclados así como alguna de las funcionalidades de los ordenadores . Probablemente el fallo de los productos de electrónica de consumo consiste en ofrecer demasiadas utilidades, o al menos utilidades de raro uso, aunque ésto también es habitual en otros aparatos no asociados a las nuevas tecnologías. Robots de cocina reducidos a batidoras, microondas relegados a calientaleches, ...etc pueden ser ejemplos de instrumentos con utilidades que no llegamos a desarrollar.
  • Citas y encuentros. En cualquier encuentro relativo a las nuevas tecnologías el usuario medio se siente normalmente un bicho raro o desplazado por la falta de conocimientos.


En mi humilde opinión no cita uno de los más importantes, como es el hecho de que no llegamos a leer ni una mínima parte del manual de instrucciones que se nos ofrece con cada compra de tecnología que realizamos. Esto revierte en que la potencial utilidad queda muy reducida.

De este modo tanto el lenguaje como la instalación de cables, puertos y configuraciones compatibles desaniman al más pintado. Sin ser un novato siempre se escapan conceptos, que repercuten en sentimientos de frustración y desaliento.

Es más los que podemos llamar "tecnoanalfabetos", crecen debido a que la actualización, evolución y difusión de las nuevas tecnologías, que salen al mercado provoca que o nos actualizamos constantemente o pasaremos a formar parte del grupo de "tecnoanalfabetos".

Es evidente que en el mercado laboral sucede a menudo que los no actualizados sufren de verdaderos problemas para ubicarse en puestos de responsabilidad, de restricciones en su desarrollo profesional y que es necesario un esfuerzo para ayudar a entender mejor la tecnología.

No sólo en el ámbito laboral sucede el quedarse obsoleto. Padres y abuelos manejan (en el mejor de los casos) mandos a distancia, móviles, vídeos y ordenadores con menos destreza que las nuevas generaciones. A este aspecto se refiere Ricard Ruiz de Querol, cuando nos recuerda que existen dos mundos separados por una barrera generacional y una brecha cultural antes que digital. Como ejemplo internet es usado mayoritariamente por personas menores de 45 años, y la industria relacionada con internet se dirige fundamentalmente a los que ya están familiarizados buscando una constante actualización en lugar de dirigirse a los no iniciados.

A pesar de que cada vez son más frecuentes cursos para no iniciados, (los llamados cursos de alfabetización) la brecha cultural y generacional se agranda cada vez más. Esta misma tendencia se observa entre tecnófilos y tecnófobos.

El cambio en esta tendencia pasaría por facilitar el acceso a los no iniciados en las nuevas tecnologías, usando un lenguaje cercano y menos especializado u obtuso, diseñando aplicaciones de fácil manejo, casi intuitivas.

Pero quizá no baste sólo con esto. Es necesario la implicación de las administraciones públicas a la hora de realizar más cursos, reducir la brecha cultural y generacional, y promover campañas específicas que eviten o disminuyan la tecnofobia, y favorecer el interés y la curiosidad por el uso de las TIC.

Accesibilidad e interacción en los medios



Es evidente que hoy en día no es posible hablar de que la accesibilidad e interacción del público con los medios es completa. Si bien las necesidades están cubiertas para el común de los receptores no podemos olvidar que existen colectivos cuyas expectativas no están cubiertas.

Entre estos colectivos podemos citar ciegos y sordos principalmente, que si bien no representan un porcentaje significativo entre el colectivo de receptores de los medios, no pueden ser discriminados ni olvidados. En realidad si sus necesidades no están cubiertas es porque no representan un amplio sector, y por tanto la implementación de adaptaciones para ellos pueden no resultar rentables.

No importa que la ley de oportunidades e igualdades propugne el derecho al acceso en condiciones de igualdad, ni que esta misma ley hable de la universalidade de los productos, ya que el proceso de accesibilidad será condicionado a la rentabilidad y en menor medida a la facilidad de consecución de la misma.

Es cierto que se va avanzando y que cada vez es más fácil (o menos difícil) tanto el acceso como la interactuación con los medios a través de subtítulos, teletextos, servicios de audiodescriptores o intérpretes de signos.

Cuando más habitual es ver un intérprete de signos es en las sesiones de debate en el parlamento, con lo que me pregunto si será demanda del colectivo de sordos poder asistir a semejante entretenimiento o si será mera propaganda propia de una democracia.

La propaganda en una democracia

En una primera aproximación al término propaganda, se puede entender como la publicidad política basada en la proclama de mensajes con la finalidad de influir en el receptor tanto en su conducta, escala de valores así como en su percepción de la realidad.

Así el fin primordial de la propaganda es difundir ideas, o incidir en determinadas posturas que reafirmen una posición política. Es por ello que en la mayoría de las democracias se considera la propaganda como sinónimo de estrategia de manipulación.

Históricamente utilizada, pocos son los ingenuos que creen a pies juntillas en las promesas que los políticos vociferan propagandísticamente, bien porque en muchas ocasiones son expresadas en momentos de campañas específicas (no sólo electorales, sino que también en "crisis puntuales") que con el paso del tiempo quedan superadas y por tanto olvidado el mensaje o promesa realizada.

Aún así, si el ciudadano medio es consultado probablemente contestaría que la propaganda sólo se utiliza en períodos electorales, lo cual si bien es cierto que es cuando más es usado, también es una simpleza ya que es habitual aunque menos llamativa en períodos previos a guerras, crisis financieras, ...etc.


Con el auge de las redes sociales, nos empezamos a acostumbrar a que la propaganda no sólo se realiza desde los partidos políticos sino que también existe una invasión de propaganda que en su mayor parte se manifiesta de forma negativa, en el sentido de que se menoscaba la idea política con la cual no se está de acuerdo.

Autorregulación en la publicidad


Al igual que en otros aspectos de la vida moderna la publicidad ha sufrido un cambio tremendo en los últimos veinte años. Basta bucear en los archivos para comprobar que cualquier anuncio publicitario en cualquier soporte de hace veinte años es totalmente extraño en nuestros días.

La necesidad de adaptación a los nuevos tiempos, unida al deseo de llamar la atención sobre el producto que publicitan ha determinado que en no pocas veces la publicidad haya tenido diversos problemas en su distribución.

En el artículo Silvia Blanco, se plantea si cualquier cosa puede servir para educar o no. En mi opinión nada es bueno o malo, útil o inútil, sino que depende del uno que se le de. Ciertamente, cuando se lanzan mensajes se hace con una finalidad, y ésta intencionalidad puede ser entendida o no por el receptor, o incluso malentendida. El refrán español que dice que el que regala bien vende, si el que recibe lo entiende ilustra claramente esta idea.

Nada es capaz de educar por sí solo. La publicidad, bien utilizada es un medio muy eficaz para transmitir un mensaje a nuestros alumnos, para abrir un debate en el aula acerca de un determinado contenido publicitario.

Los mensajes publicitarios en forma de advertencia no están cayendo en saco roto. Todo consumidor en alguna ocasión se ha detenido a leerlas, y estas advertencias pueden servir como prevención (en sentido negativo) ante la compra de productos que puedan ser peligrosos, o como concienciación (en sentido positivo) por la preocupación por los gases que se emiten a la atmósfera, o por la obra social que realizan. Quizá el título del artículo no sea muy acertado sino llamativo en el mismo modo en que esta táctica se usa en publicidad.

En principio si la publicidad va acompañada por una labor de concienciación ciudadana acerca de la temática que rodee al anuncio en cuestión, este tipo de advertencia surtirá más efecto entre la población. Pero, por otra parte, también creemos, al igual que Marc Puig (Decano del Colegio de Publicitarios de Cataluña), que, a menudo, “las autoridades escurren el bulto y no toman decisiones valientes: si algo es nocivo, que lo prohíban o tomen medidas, pero que no obliguen por ley a la publicidad a asumir las advertencias. Es como si dijeran ‘este coche contamina mucho, y yo no hago nada al respecto, pero póngalo usted en su anuncio’."

En este sentido la publicidad no puede ser ilícita, engañosa, desleal ni subliminal tal y como señala la Ley General de Publicidad. Es más, ésta debe ser veraz y respetuosa con las personas y sus derechos.

Ni que decir tiene que las regulaciones y los buenos propósitos sobre el papel, se tornan en realidades bien distintas en la realidad. Mensajes con informaciones imposibles de leer (bien por la velocidad, bien por el tamaño de letra), incompletas (precios desglosados mes a mes sin el total incluido), o difíciles de interpretar para aquellos no familiarizados con cuestiones matemáticas (el concepto de la TAE o Tasa Anual Equivalente en algunos productos absolutamente desorbitado), son algunos de los ejemplos más fácilmente identificables, pero no los únicos.

Sin embargo además de la legislación vigente, tanto en Estados Unidos, España y el resto de Europa, existen una serie de códigos a los cuales de forma voluntaria se adhieren la mayoría de las empresan publicitarias. Es así como un organismo revisa los mensajes publicitarios antes de que estos se emitan. Dicho organismo de autorregulación se llama Autocontrol.

En España, como en el resto de Europa y en Estados Unidos, los anuncios están sometidos, además de a la ley, a códigos a los que, de manera voluntaria, se adhieren la mayoría de las empresas de cada sector. Por eso, un organismo de autorregulación, Autocontrol, revisa gran parte de los anuncios antes de que se difundan.

Dado que como en casi todos los aspectos de la vida la publicidad "cuela" determinados mensajes sin que en principio resulten ofensivos, pero que tras la denuncia de algún colectivo o la alarma social correspondiente resulta retirado, no debemos pasar por alto la necesidad de llamar la atención sobre aquellos aspectos de la publicidad hirientes.

Es más, en especial la publicidad dirigida al público infantil, (donde el control es mayor), no es extraño el encontrar estrategias donde el reclamo publicitario se centra en los juguetes o cromos o regalos asociados a comidas en lugar de publicar las excelencias gastronómicas del mismo. Citando posts anteriores es más efectivo moldear mentes....

La última y más reciente controversia sobre la autorregulación de la publicidad se extiende a un tema tan sensible como la religión. Ya circulan en Barcelona y próximamente (si así se autoriza) lo harán en Madrid autobuses con mensajes a favor y en contra del ateísmo.

La publicidad es necesaria pero tiene que tener un medio, que no sé si será su autorregulación, para que no sea coactiva.

La nueva frontera de la ética publicitaria

Al igual que en otros aspectos de la vida moderna la publicidad ha sufrido un cambio tremendo en los últimos veinte años. Basta bucear en los archivos para comprobar que cualquier anuncio publicitario en cualquier soporte de hace veinte años es totalmente extraño en nuestros días.

La necesidad de adaptación a los nuevos tiempos, unida al deseo de llamar la atención sobre el producto que publicitan ha determinado que en no pocas veces la publicidad haya tenido diversos problemas en su distribución.

Ni que decir tiene que las regulaciones y los buenos propósitos sobre el papel, se tornan en realidades bien distintas en la realidad. Mensajes con informaciones imposibles de leer (bien por la velocidad, bien por el tamaño de letra), incompletas (precios desglosados mes a mes sin el total incluido), o difíciles de interpretar para aquellos no familiarizados con cuestiones matemáticas (el concepto de la TAE o Tasa Anual Equivalente en algunos productos absolutamente desorbitado), son algunos de los ejemplos más fácilmente identificables, pero no los únicos.

En España, como en el resto de Europa y en Estados Unidos, los anuncios están sometidos, además de a la ley, a códigos a los que, de manera voluntaria, se adhieren la mayoría de las empresas de cada sector. Por eso, un organismo de autorregulación, Autocontrol, revisa gran parte de los anuncios antes de que se difundan.

Dado que como en casi todos los aspectos de la vida la publicidad "cuela" determinados mensajes sin que en principio resulten ofensivos, pero que tras la denuncia de algún colectivo o la alarma social correspondiente resulta retirado, no debemos pasar por alto la necesidad de llamar la atención sobre aquellos aspectos de la publicidad hirientes.

Es más, en especial la publicidad dirigida al público infantil, (donde el control es mayor), no es extraño el encontrar estrategias donde el reclamo publicitario se centra en los juguetes o cromos o regalos asociados a comidas en lugar de publicar las excelencias gastronómicas del mismo. Citando posts anteriores es más efectivo moldear mentes....

La última y más reciente controversia sobre la autorregulación de la publicidad se extiende a un tema tan sensible como la religión. Ya circulan en Barcelona y próximamente (si así se autoriza) lo harán en Madrid autobuses con mensajes a favor y en contra del ateísmo.

La publicidad es necesaria pero tiene que tener un medio, que no sé si será su autorregulación, para que no sea coactiva.