martes, 13 de enero de 2009

Cuando la tecnología es una carrera de obstáculos



Francisco Manetto en su artículo Cuando la tecnología es una carrera de obstáculos nos cita alguno de los que él denomina "CIBER-BACHES". Entre ellos cita:

  • El lenguaje: es cierto que la proliferación de los neologismos, anglicismos, contracciones y palabras inventadas o adaptadas es propio de las innovaciones tecnológicas, pero también es fruto de la poca imaginación e invasión idiomática. Como ejemplo basta citar el término "puenting" como cumbre de la idiotez.
  • Cables y periféricos. Cada aparato que utilizamos cuenta con sus propios cables y puertos USB, así como cargadores, y éstos no suelen ser compatibles entre sí. Cada fabricante utiliza un modelo distinto, llegándose a pensar que a veces no se puede lanzar al mercado un nuevo aparato si no está dotado de parafernalia diferente a los que ya existen en el mercado. Como ya apuntaba anteriormente es cierto que esto sucede, pero tampoco es nuevo ni esclusivo de las nuevas tecnologías. Existen paises donde la electricidad tiene distinto voltaje y por supuesto distintos enchufes.
  • Aplicaciones. La gran mayoría de los usuarios informáticos desconocemos algunos de los botones de nuestos teclados así como alguna de las funcionalidades de los ordenadores . Probablemente el fallo de los productos de electrónica de consumo consiste en ofrecer demasiadas utilidades, o al menos utilidades de raro uso, aunque ésto también es habitual en otros aparatos no asociados a las nuevas tecnologías. Robots de cocina reducidos a batidoras, microondas relegados a calientaleches, ...etc pueden ser ejemplos de instrumentos con utilidades que no llegamos a desarrollar.
  • Citas y encuentros. En cualquier encuentro relativo a las nuevas tecnologías el usuario medio se siente normalmente un bicho raro o desplazado por la falta de conocimientos.


En mi humilde opinión no cita uno de los más importantes, como es el hecho de que no llegamos a leer ni una mínima parte del manual de instrucciones que se nos ofrece con cada compra de tecnología que realizamos. Esto revierte en que la potencial utilidad queda muy reducida.

De este modo tanto el lenguaje como la instalación de cables, puertos y configuraciones compatibles desaniman al más pintado. Sin ser un novato siempre se escapan conceptos, que repercuten en sentimientos de frustración y desaliento.

Es más los que podemos llamar "tecnoanalfabetos", crecen debido a que la actualización, evolución y difusión de las nuevas tecnologías, que salen al mercado provoca que o nos actualizamos constantemente o pasaremos a formar parte del grupo de "tecnoanalfabetos".

Es evidente que en el mercado laboral sucede a menudo que los no actualizados sufren de verdaderos problemas para ubicarse en puestos de responsabilidad, de restricciones en su desarrollo profesional y que es necesario un esfuerzo para ayudar a entender mejor la tecnología.

No sólo en el ámbito laboral sucede el quedarse obsoleto. Padres y abuelos manejan (en el mejor de los casos) mandos a distancia, móviles, vídeos y ordenadores con menos destreza que las nuevas generaciones. A este aspecto se refiere Ricard Ruiz de Querol, cuando nos recuerda que existen dos mundos separados por una barrera generacional y una brecha cultural antes que digital. Como ejemplo internet es usado mayoritariamente por personas menores de 45 años, y la industria relacionada con internet se dirige fundamentalmente a los que ya están familiarizados buscando una constante actualización en lugar de dirigirse a los no iniciados.

A pesar de que cada vez son más frecuentes cursos para no iniciados, (los llamados cursos de alfabetización) la brecha cultural y generacional se agranda cada vez más. Esta misma tendencia se observa entre tecnófilos y tecnófobos.

El cambio en esta tendencia pasaría por facilitar el acceso a los no iniciados en las nuevas tecnologías, usando un lenguaje cercano y menos especializado u obtuso, diseñando aplicaciones de fácil manejo, casi intuitivas.

Pero quizá no baste sólo con esto. Es necesario la implicación de las administraciones públicas a la hora de realizar más cursos, reducir la brecha cultural y generacional, y promover campañas específicas que eviten o disminuyan la tecnofobia, y favorecer el interés y la curiosidad por el uso de las TIC.

1 comentario:

OKLIM dijo...

Subirse al carro de las nuevas tecnologias parece una obligación, para todo el mundo......
solo parece, mucha gente no siente la necesidad, teniendo sus intereses en cosas más cotidianas.
Que envidia, ¿Realmente nos solucionan la vida o nos la complican más?