Toni Matas en su artículo nos aporta un breve resumen de la evolución de la industria en cuanto a la producción de materiales y soportes multimedia en España.
En sus inicios, alrededor del año 1990, y durante los siguientes cinco años, se desarrollan los primeros productos multimedia, siendo estos materiales lanzados y comercializados mediante CD's.
Ya en el año 1996, con la aparición de Internet, pierde importancia dicho soporte, debido a que el acceso a la red y a través de ella a los contenidos culturales es gratuito, con lo cual las editoriales entran en crisis.
Actualmente vivimos un período incierto en el cual no está claro si se impondrán los contenidos culturales a los que tenemos acceso por Internet o si bien estos serán sustituidos por la televisión interactiva.
La "colonización cultural de fenómenos globales" a la cual asistimos según Matas en nuestro país no tiene capacidad para editar y comercializar rentablemente debido a la falta de ventas.
Esto unido a que las instancias públicas no ayudan al desarrollo de esta industria, supone que no se pueda ser demasiado optimista en un futuro cercano
Matas en su artículo presenta la debacle en España de la producción industrial en edicción de productos multimedia, así como el fracaso de ventas y uso. El crecimiento exponencial de posibilidades de alcanzar las mismas funcionalidades hacen inviable alcanzar los objetivos de muchas empresas.
Para ello se hace prácticamente indispensable contar con un gran apoyo publicitario que respalde el objetivo de ser conocido y por tanto usado mundialmente. Pero, esta no es condición "sine qua non" para poder garantizar el éxito de un producto multimedia.
Es importante que el usuario tenga adquiera hábitos de consumo hacia estos productos. La tradición española, a diferencia de otras culturas, lleva un cierto retraso en este tipo de hábitos y lo mismo ocurre en países como Italia o Grecia.
Los materiales multimedia tienen que ser ante todo funcionales, ya que han de competir con una nueva tendencia, la utilización de software libre.
En sus inicios, alrededor del año 1990, y durante los siguientes cinco años, se desarrollan los primeros productos multimedia, siendo estos materiales lanzados y comercializados mediante CD's.
Ya en el año 1996, con la aparición de Internet, pierde importancia dicho soporte, debido a que el acceso a la red y a través de ella a los contenidos culturales es gratuito, con lo cual las editoriales entran en crisis.
Actualmente vivimos un período incierto en el cual no está claro si se impondrán los contenidos culturales a los que tenemos acceso por Internet o si bien estos serán sustituidos por la televisión interactiva.
La "colonización cultural de fenómenos globales" a la cual asistimos según Matas en nuestro país no tiene capacidad para editar y comercializar rentablemente debido a la falta de ventas.
Esto unido a que las instancias públicas no ayudan al desarrollo de esta industria, supone que no se pueda ser demasiado optimista en un futuro cercano
Matas en su artículo presenta la debacle en España de la producción industrial en edicción de productos multimedia, así como el fracaso de ventas y uso. El crecimiento exponencial de posibilidades de alcanzar las mismas funcionalidades hacen inviable alcanzar los objetivos de muchas empresas.
Para ello se hace prácticamente indispensable contar con un gran apoyo publicitario que respalde el objetivo de ser conocido y por tanto usado mundialmente. Pero, esta no es condición "sine qua non" para poder garantizar el éxito de un producto multimedia.
Es importante que el usuario tenga adquiera hábitos de consumo hacia estos productos. La tradición española, a diferencia de otras culturas, lleva un cierto retraso en este tipo de hábitos y lo mismo ocurre en países como Italia o Grecia.
Los materiales multimedia tienen que ser ante todo funcionales, ya que han de competir con una nueva tendencia, la utilización de software libre.
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